Tomamos la ruta a Oruro y fuimos a Ayo Ayo a dar un taller sobre violencias digitales para docentes y directivos de Unidades Educativas de ese Distrito y al llegar nos recibieron con un gran desayuno mientras los y las asistentes se iban acercando al salón del Municipio donde se llevaría a cabo el encuentro.
A las 10 de la mañana, con las estrofas del Himno Nacional Boliviano y la presencia del Alcalde Teodoro Quispe Saravia, se dio comienzo a las actividades. En primer lugar se dieron las palabras de bienvenida y el Director Distrital Educativo, el Licenciado Wilson Calle expresó “tenemos un taller sobre la violencia digital que en estos tiempos se está haciendo muy frecuente en las redes sociales y por eso hemos convocado este día para que nuestros maestros puedan ir trabajando con los niños, niñas y adolescentes y tomar como eje la prevención”.
La charla se dividió en tres partes, la primera estuvo a cargo de Guillermo Movia que contó cómo funciona internet y algunas nociones sobre el cifrado, sitios seguros y las diferencias entres los servicios de mensajería según su nivel de seguridad y reflexionó “Cuando algo es gratuito, el producto eres tú” en referencia a que por más que no te cobren por usar por algunas aplicaciones, terminamos pagando con nuestros datos e información.
A continuación, Lu An Mendez, nuestra Oficial de Inclusión Digital habló sobre las violencias digitales, sus mitos, el impacto en la salud mental y la importancia de los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) con una perspectiva de escucha activa, empatía y no revictimización, promoviendo un espacio seguro para las personas que están viviendo situaciones de violencia “Así como en un accidente de tránsito, los socorristas dan primeros auxilios para que no haya heridas más graves posteriormente, en casos de violencia digital debemos hacer lo mismo”, explicó.
Ese tema fue uno de los que le interesó a uno de los docentes que participó y da clases del área de técnica y prácticas que nos dijo: “Me interesó mucho el tema de la violencia digital y creo que nos va a servir mucho en nuestro trabajo”
Después de estas aproximaciones sobre internet y violencias digitales, Cielito Saravia, responsable del área de Seguridad Digital de la Fundación, comenzó con la parte más práctica del encuentro y pidió a las más de 100 personas que estaban participando que saquen su celular y entren a Whatsapp para conocer cómo tomar medidas de protección y se hizo el paso a paso para tener la verificación en dos pasos en esa plataforma.
Ante las preguntas sobre qué pasaba si se olvidaban la clave, Cielito aclaró: “La clave es como la llave de sus casas, si se la olvidan ¿qué pasa?, ¡no pueden pasar! Con esto pasa lo mismo por eso la tienen que recordar” pero aclaró que no deben ser claves fáciles y comunes porque entonces cualquier persona podría descubrirla y entonces seguimos siendo vulnerables de intrusiones.
Sobre esto, una docente de inicial y primaria, comentó: “en la región donde trabajo no hay señal y los y las niñas no llevan celulares pero tengo tres hijos y me preocupa. Yo aprendo mucho de ellos pero este taller me ha servido mucho, por ejemplo los tips de seguridad de las plataformas”, por otro lado, una docente de Educación Física y Deporte en primaria, nos contó que le interesó mucho el tema de la prevención de violencias, tener cuidados usando contraseñas y poder ayudar a los y las chicas a estar seguras en internet.
Para terminar con las presentaciones, se dio un panorama de la situación legal de Bolivia en relación a las violencias digitales y se explicó que si bien no hay un marco regulatorio específico, hay tipos de delitos que pueden adaptarse para denunciar estas violencias. También se habló de la importancia de contar con una ley de protección de datos personales.
Durante la jornada estuvieron presentes el representante de Plan Internacional, Grover Quelca, que estuvo muy interesado en replicar esta experiencia y Sandra Carvajal de SEPMUD que nos dejó su reflexión sobre el tema: “Hay violencias digitales en las unidades educativas y por eso son importantes estos espacios en los que se dan herramientas a los profesores porque lo que termina pasando es que le sacan el celular al agresor pero no se rompe el circulo de violencia y las chicas se terminan excluyendo de la comunidad y dejan los estudios para no seguir sufriendo”