En julio de este año fue presentada la serie de notas periodísticas «Mercenarios Digitales», un esfuerzo conjunto entre periodistas y científicos de datos que desarrolla varias historias de desinformación política en redes sociales como Twitter y Meta (exFacebook). Este esfuerzo incluye una nota acerca de Bolivia: «Hinchada artificial sostiene popularidad de Luis Arce en Twitter«, acerca de una red de cuentas falsas y cuentas reales de funcionarios públicos en Twitter dedicadas a falsear mensajes de aprobación y elogio a la gestión de Luis Arce.
Esta nota acerca de Bolivia también utiliza el informe de Meta de comportamiento inauténtico coordinado[1] (febrero, 2023) e informa sobre la eliminación de 1.635 cuentas en Facebook e Instagram, constituidas por cuentas falsas de guerreros digitales afines al partido político en gobierno –Movimiento al Socialismo (MAS)– y cuentas de entidades del gobierno nacional. Estas cuentas se dedicaban a atacar a la oposición. También se informa de un gasto en publicidad de 1,1 millones de dólares para promover estos mensajes de ataque. Para un país de 11 millones de habitantes, este monto se considera exorbitante.
Con el ánimo de dar contexto al esfuerzo de «Mercenarios Digitales», compartimos cuatro consideraciones:
- Es una práctica común: Aunque no es exclusiva del gobierno central, en el cual se enfoca la investigación, es innegable que municipios y gobernaciones también la emplean con frecuencia. La investigación titulada «Bolivia: La fábrica de desinformación que usó dinero de la Gobernación de Tarija«, publicada en 2021, destacó una red de manipulación financiada con fondos públicos en ese departamento durante las elecciones 2021, lo que socavó la confianza en el proceso electoral. La contratación de campañas de desinformación es lamentablemente una práctica común a todos los partidos políticos que sólo requiere la voluntad y dinero para ser implementada.
- No es el primer caso en Bolivia: Durante las elecciones nacionales de 2020, Bolivia fue mencionada por primera vez en un informe de Meta sobre comportamiento inauténtico coordinado. Este informe señaló que la empresa CLS Strategies, con sede en Estados Unidos, promovió contenido a favor del gobierno de Jeanine Áñez en Bolivia y en contra de la oposición. Se eliminaron 111 cuentas, aunque es un número reducido, el gasto en publicidad de estas cuentas alcanzó los 3,6 millones de dólares. Este reporte no se limita exclusivamente a Bolivia, sino que también involucra a México y Venezuela.
- No se cuestiona el rol de las plataformas digitales: Llama la atención que en la serie de notas de periodismo investigativo no se menciona el papel de las plataformas digitales, que son quienes venden la publicidad para impulsar contenidos informativos tanto como desinformativas, y por tanto, es obvio que tienen incentivos para que las campañas de manipulación y desinformación no se paren. Desde 2018, Meta ha publicado 177 informes sobre comportamiento inauténtico coordinado en diversos países del mundo, con un gasto publicitario total reportado de $33,623,290 hasta el último informe de mayo de 2023. Si Meta denuncia que este dinero tiene problemas éticos por su origen y que está dedicado a acciones que van en contra de la integridad de procesos políticos y sociales a través de campañas de desinformación ¿no debería encontrar mecanismos para apartarlo de sus cuentas bancarias empresariales?
- Falta de transparencia. Ninguno de los dos informes de Meta que incluyen a Bolivia proporcionan información sobre los gastos publicitarios, quiénes los financiaron, si se utilizaron recursos públicos o privados, qué cuentas se borraron, etc. Tampoco se detalla el período al que corresponde el monitoreo de las cuentas eliminadas, si se refiere al último cuatrimestre antes de la emisión del informe o abarca un periodo más extenso. Además, no se ofrece información sobre los criterios utilizados para seleccionar los países, esferas políticas, empresas o gobiernos incluidos en los reportes sobre comportamiento inauténtico coordinado. Tampoco se conoce si Meta contó con la colaboración de empresas o instituciones al elaborar estos informes, lo que puede influir en el monitoreo de las cuentas eliminadas en Bolivia. En fin, se requiere mayor transparencia de parte de Meta para entender la naturaleza de lo que está reportando. En cuanto a Twitter, es una plataforma que se ha caracterizado por dar acceso libre a datos de los comportamientos en su plataforma; pero esta característica se está restringiendo progresivamente desde que Elon Musk ha comprado esa empresa.
Celebramos y felicitamos los esfuerzos de investigación periodística acerca de las campañas de desinformación como la de «Mercenarios Digitales» y esperamos que en futuras entregas se incluya mayor información acerca de la transparencia de las fuentes de datos que utilizan para los análisis, que incluyan el rol de las plataformas digitales en el ecosistema de desinformación y den mayor contexto de las investigaciones previas para que las y los lectores entendamos mejor los hallazgos y las denuncias.
Por Wilmer Machaca y Eliana Quiroz