Tumupasa, un verdadero paraíso en las faldas del Parque Nacional Madidi, es un lugar que no sólo enamora por su belleza natural, sino por la riqueza cultural que alberga. Ubicada en el norte amazónico del departamento de La Paz, esta comunidad del pueblo tacana tiene un encanto que se vive y respira en sus costumbres y su historia. Aunque llegar a Tumupasa implica un trayecto largo y complicado, cruzando por el departamento del Beni y recorriendo casi 15 horas, cada momento en el camino está cargado de expectativas, de descubrir un lugar que, a pesar de su aislamiento, tiene mucho que contar.
El objetivo del viaje no era sólo admirar la belleza de este territorio, sino realizar un mapeo participativo y colaborativo, un proyecto impulsado por el Humanitarian OpenStreetMap Team (HOT) y la Fundación InternetBolivia.org. La misión era clara: capacitar a líderes locales, jóvenes y miembros clave de la comunidad para que pudieran, mediante el mapeo, documentar y reclamar sus tierras, proteger su patrimonio y fortalecer su identidad.
El acceso a Tumupasa refleja las dificultades que enfrenta el norte del departamento de La Paz. La conectividad digital, un aspecto tan esencial en nuestro mundo actual, llegó relativamente tarde a este lugar. No fue sino hasta 2012 que Tumupasa comenzó a contar con electricidad, lo que abrió la puerta a la instalación de antenas para telefonía e internet móvil. Pero incluso este avance no fue fácil. Como nos contó Grover Cartagena en una visita anterior, la comunidad tuvo que desconectar los cables de una torre de telecomunicaciones, dejando sin servicio a grandes municipios como Cobija, para que finalmente se instalara una estación base en su propia localidad. Este tipo de organización comunitaria y medidas extremas fueron necesarias para garantizar un servicio tan básico.
Con estos antecedentes, desarrollar el proyecto de mapeo requería una estrecha colaboración con las organizaciones sociales locales. El Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA), la organización más importante y legítima de la comunidad, junto con el Consejo Indígena de Mujeres Tacanas (CIMTA), fueron aliados fundamentales para llevar a cabo los talleres de capacitación. A lo largo de cuatro días, trabajamos con estudiantes del colegio Tumupasa B y el equipo técnico del CIPTA en actividades enfocadas en el mapeo colaborativo, utilizando herramientas como OpenStreetMap (OSM) y Osmand.
El proceso de mapeo no fue simplemente un ejercicio técnico. Durante los talleres, conversamos sobre la historia y las costumbres locales, pues muchos de los lugares que se mapearon tienen un significado profundo en el contexto de la comunidad. El Cerro de la Cruz, por ejemplo, no es sólo un punto geográfico; es un sitio clave durante los carnavales. Otros lugares, como las sedes sociales o el club de madres, forman parte de la historia organizativa de la comunidad. A su vez, se mapearon puntos que son útiles para personas ajenas al contexto local, como librerías, sitios de recreación y centros de actividad económica, como aserraderos y viveros.
Tumupasa es, además, una población predominantemente joven. Según el censo de 2012, el 73% de sus habitantes tenía menos de 35 años, y esta tendencia probablemente no ha cambiado mucho. Trabajar con jóvenes durante los talleres fue una experiencia reveladora. No sólo dominaban rápidamente las herramientas tecnológicas como las tabletas, sino que mostraban un profundo entendimiento de su territorio. Tumupasa es un pueblo con un enorme potencial y un deseo claro de ser visible, de mejorar sus condiciones de vida y de compartir su historia con el mundo.
El mapeo participativo les permitió crear un mapa detallado de su territorio, identificando los límites geográficos, y los lugares de importancia cultural, rutas tradicionales y áreas de cultivo. Los participantes desarrollaron una mayor conciencia sobre cómo el mapeo puede ser una herramienta poderosa para planificar el futuro de la comunidad y preservar su entorno.
El éxito de este proyecto no se debió únicamente al aprendizaje técnico, sino al proceso colaborativo que surgió. Gracias a la coordinación de Eloisa Larrea, integrante de la Fundación InternetBolivia.org y la experiencia en mapeo de Olga Paredes, integrante de Wikimedistas Bolivia, logramos más que enseñar a mapear: creamos un espacio de diálogo y cooperación en el que la comunidad pudo apropiarse de su territorio de una manera nueva y significativa. El mapeo participativo en Tumupasa demostró que la defensa del territorio va mucho más allá de lo físico; es un acto de memoria, de identidad y, sobre todo, de resistencia.
En un momento en el que los incendios amenazaban vastas zonas de la Amazonía, este mapeo fue un recordatorio de la fragilidad de nuestro entorno y de la importancia de que las comunidades locales cuenten con herramientas para protegerlo. El proyecto nos enseñó que, en tiempos de crisis ambiental, la colaboración y el conocimiento compartido son esenciales para resistir y adaptarse a los desafíos que enfrenta la región.
Puedes consultar el mapa aquí
Por Wilmer Machaca